-Hola, mi nombre es......
-¡¡Callate y no te muevas!! ¿Te han mordido? Enseñame los brazos y las piernas vamos!!
Despacio deje mis cosas en el suelo y le mostre los brazos y las piernas inmaculados, mientras lo hacia eché un vistazo a mi alrededor......4 personas estaban en aquella farmacia, y parecia que solo tenian un arma de fuego, ya que los otros tres se escondian tras el mostrador llevando objetos contundentes (una tubería, una palanca y un mazo).....la farmacia no parecia haber sido desvalijada, salvo por los huecos en las estanterias de los medicamentos basicos.......
-Vale, estas limpio, puedes bajar las manos.......y ahora ire directa al grano, ¿quien coño eres y que haces aqui?
Tras contarles mi historia, que parecía tranquilizarles un poco, les devolví la pregunta, por lo que la chica comenzó a hablar:
-Me llamo Lucía, y ellos son Roberto ( un adolescente con cara de asustado bajo sus rizos pelirrojos que aferraba una tubería como si fuera el ultimo resto de un mundo cuerdo), Mónica (una veinteañera con una fea cicatriz en la mejilla cuya mirada se perdía en el suelo) y ese de allí es Jaime, (un cuarenton con el pelo encanecido pero muy en forma y con una juventud presente solo en sus ojos azules).
Mientras hablaba me fijaba en ella, Lucía era una chica joven, veintipocos años, morena y de tez oscura, ojos negros y profundos, pero lo que mas me llamaba la atencion eran sus labios, prominentes pero no demasiado, su cuerpo quizás no era el prototipo de cuerpo perfecto, pero era realmente muy atractiva, una luz en un mundo que se habia quedado en tinieblas...
-No nos conociamos de antes, salvo Rober y yo que eramos vecinos, acabamos aqui cuando nos cruzamos huyendo de un grupo de esas cosas y desde la farmacia nos llamaron Jaime y Mon que se habian refugiado aqui, ya que esta farmacia es de Jaime, cuando estabamos rechazando a las cosas que nos habian seguido apareciste tu y bueno, el resto ya lo sabes...
Cuando terminó de hablar Lucía, nadie abrió la boca, solo me miraban, ansiosos, esperando que dijera algo, pero poco tenía yo que decir......
-Escuchadme, creo que deberiamos seguir juntos y protegernos unos a otros, tengo un refugio no lejos de aqui, a unos 5 km, no creo que podamos llegar hoy, pero si quereis venir y podemos llevar entre todos comida suficiente, os ofrezco ir a mi casa mañana por la mañana y crear una plaza fuerte...
Lucía se levantó, puso el seguro a la pistola, la guardo en los vaqueros, miró a alrededor y sentenció:
-Yo voy
-Y yo tambien -dijeron el resto casi al unísono.
-Perfecto, entonces tenemos mucho de que hablar....