domingo, 4 de octubre de 2015

Océano

Vivir en una isla te lleva a adorar el mar, ese gigante azul que día tras día avanza imparable desgastando la costa, a un ritmo imperceptible para el ojo humano pero sin embargo inexorable, imposible de abarcar y que sin embargo evoca sentimientos de pasión en el ser humano, cuantas veces perdí la noción del tiempo observando el océano, cuantas veces me detuve mientras hacía submarinismo para observar los rayos de luz que atravesaban la superficie y perdían intensidad al avanzar en profundidad hasta llegar al fondo, a la vez tan cerca y tan lejos. 

Sin embargo en aquel momento, la marea no me evocaba ningún sentimiento positivo, porque la marea que observé al girar la esquina no era una marea de agua limpia y clara, era una marea de cuerpos descompuestos, sangre y miembros putrefactos, en lugar del sonido retumbante del ronroneo de las olas, esta marea traía un eco lejano de gemidos  de ultratumba salidos de un lugar mas profundo que la garganta de aquellos que una vez fueron humanos.

Desde las calles que rodeaban la manzana donde se ubicaba la farmacia avanzaban, inabarcables, incontenibles, cientos, miles de ellos, desmadejados, caminando con ese ritmo mas propio de un enjambre que de una voluntad individual.....y avanzaban hacia nosotros.

Llevé mi vista hacia el puente que era nuestro objetivo, casi rezando a un dios en el que no creía por que estuviera en pie y no infestado de aquellas criaturas y allí estaba......en pie y con apenas un par de muertos deambulando entre coches abandonados, ¡era posible!, solo tendríamos que correr unos trescientos metros para llegar a el y luego seguir campo a través y, con suerte, perder a aquellos muertos que nos siguieran.

Tras confirmarlo regresé mi vista al grupo y me aproximé a ellos para hablarles en voz baja:

-El puente esta libre, pero el camino no....-

-¿Que significa eso?-Preguntó Lucía-

Les miré a los ojos, aseguré mi mochila con las correas lo mas fuerte que pude y dije:

-Que vamos a tener que correr-


sábado, 3 de octubre de 2015

Sigilo

Observé la reja por la que había entrado, los muertos empezaban a amontonarse.....era culpa mía por haber hecho tanto ruido pero era necesario.

-Daos prisa- dije en voz baja- tenemos que salir de aquí cuanto antes-

Me acerqué a la puerta trasera y puse la oreja, tanto tiempo escuchándolos gemir....al final puedes averiguar incluso a que distancia están, cerré los ojos para concentrarme en escuchar....nada, eso no significaba que no hubiera ninguno por ahí sino que no estaban cerca de la puerta. Me giré a ver como iban los demás.

-¿Lo tenéis todo ya? No llevéis nada en las manos salvo las armas para defenderos.

-Si sí ya nos lo has dicho......-dijo Lucía-

Después de echarle una mirada reprobatoria continué:

-Esto es lo que vamos a hacer, he venido por la autopista pero ahora después del numerito del todo terreno no podemos volver por el mismo sitio, por lo que vamos a ir por esta otra calle e intentar llegar hasta el puente y poder coger la carretera vieja, será mas seguro. Vamos a intentar pasar desapercibidos, caminad con cuidado, agachaos y sobre todo sin hablar y sin hacer ningún ruido, me seguiréis y haréis lo que os diga con señas ¿ok?

Todos asintieron en silencio y después de explicar las señas que iba a usar (puño cerrado significa alto, la palma hacia abajo agacharse y el brazo hacia delante continuar) les pedí que se pusieran detrás de mi a un lado de la puerta, muy despacio abrí y observé el exterior:

Un calle estrecha de un solo sentido, un par de coches aparcados a la izquierda, a la derecha un par de muertos deambulaban entre restos humanos y un reguero de sangre como si alguien hubiera sido arrastrado pero parecía asequible. Me giré y les hice la seña de adelante, con un giro rápido de nuevo salí por la puerta avanzando a paso constante pero sin hacer ruido acercándome al primer muerto.

Todo ocurrió muy rápido, cuando estaba a un metro del primer muerto me incorporé, di una patada a la parte posterior de la rodilla derecha haciéndolo caer para después destrozarle el cráneo de un pisotón; el ruido llamó la atención de otro muerto cercano que comenzó a girarse pero antes de que siquiera pudiera verme Jaime le golpeó la cabeza eliminando la amenaza

El resto de la calle parecía libre por lo que me aproximé a la esquina para observar el cruce de la autopista.........casi no podía creerlo......

martes, 22 de septiembre de 2015

Dudas

Por un segundo dudé, ¿por qué habían aceptado tan rápido?, ¿miedo?, ¿desesperación?.....fuera lo que fuera no terminaba de fiarme de ellos, nunca lo hice en el mundo normal no lo iba a hacer durante el apocalipsis.

-Cerrad esa verja! ¿Esto tiene otra salida?

-Hay una puerta que da a la otra calle allí detrás.....¿que tono es ese? ¿Estás dando órdenes?- me espetó Lucía-

-Escúchame y entiende ésto señorita, esto no es una democracia, si venís conmigo a MI refugio, obedeceréis mis órdenes u os dejaré tirados a la mínima oportunidad, no vais a comprometerme de ninguna manera, ¿aceptáis esta única condición o me largo por donde he venido?-contesté subiendo un poco el tono de voz-

Mientras hablaba observaba las distintas reacciones, mientras Roberto y Mónica asentían de una manera automática que hubiera sido igual si les hubiera dicho que iba a comerme sus pies, Jaime mostró una expresión confundida y Lucía esbozó una mueca de rechazo.

-No tienes porque hablar así, creía que venías a ayudarnos- dijo Jaime-

-Y eso hago, pero no a costa de mi vida si no sois capaces de hacer lo que es necesario...-contesté

-¿Quién te crees que eres?¿Una especie de Rambo?¿Has visto muchas pelis de acción y de zombis y te crees el mejor? No puedes hablarnos así -reaccionó Lucía.

-Cálmate Lucía- dijo Jaime mientras se acercaba a ella y posaba una mano sobre el hombro de la chica.

-Si cálmate- sonreí- Por la pinta de este sitio lleváis aquí un par de semanas- di un vistazo alrededor y continué- habéis acabado con la comida de dieta y para bebés de la farmacia.....lo que provoca ese olor que viene desde aquella esquina que habéis convertido en "aseo", pero no veo mas suministros así que estaréis muy jodidos, sobre todo de agua. Como la reja no está forzada deduzco  que o la encontrasteis abierta, poco probable ya que no esta saqueada, o alguno de vosotros es el propietario o un trabajador de la misma, ¿no?

-Yo soy el farmacéutico....-contestó Jaime.

-Bien, pues debido a que estáis desesperados y a que yo os ofrezco mi ayuda, mi refugio y mis suministros, se hará lo que yo digo, ¿correcto? ¿O cojo mis cosas y me voy por donde he venido?

Después de unos segundos de miradas y susurros entre ellos, Lucía me miró y me dijo: Esta bién.

-No, no lo está. Pero lo estará, coged vuestras mochilas y alguna bolsa, vamos a llevarnos muchas cosas de aquí- dije mientras abría la mía y hacía algo de hueco-

-Os ayudaré a coger lo mas esencial- dijo Jaime mientras se dirigía a las estanterías y los demás le seguían.

- Y preparaos mentalmente, vamos a tener que correr.....